“...
El gobierno anterior no fue a pedirle al JP Morgan, HSBC, Citibank y
otras entidades miles de millones de dólares para su programa de
infraestructura, que resultó el más destacado en cinco décadas. No
dependió de ellos para finalizar
Yacyretá, estatizar YPF, terminar
con las AFJP, recuperar
el control de Aerolíneas
Argentinas, el Correo, AySA, renovar ferrocarriles, lanzar satélites
al espacio, construir centrales atómicas, extender gasoductos, redes
eléctricas y de fibra óptica, ampliar
la General
Paz, transformar
en autopista las rutas
14 y de Rosario a Córdoba, entregar computadoras a todos los
estudiantes secundarios de
escuelas públicas del país o montar
una red de televisión digital abierta y gratuita.
El financiamiento fue gestionado ante organismos multilaterales como
el Banco
Mundial, el BID, la CAF, el Banco Nacional de Desarrollo de Brasil,
el Banco Popular de China,
facilitado por organismos estatales superavitarios como la Anses y
con recursos propios del sector público. También recaudó de bancos
y compañías de seguros en el mercado local, obligados a destinar
una porción de su cartera de depósitos y fondos a créditos
productivos.
Pero este canal fue desactivado por la nueva conducción del Banco
Central.
El
gobierno de Macri heredó del kirchnerismo un
convenio marco con el Banco Mundial que
le asegura créditos por
1200 millones de dólares anuales hasta
2018. También siguen programas
con el BID por 5000 millones de dólares a
ser desembolsados los próximos cuatro años. La cartera de créditos
en ejecución con la Corporación Andina de Fomento llega a 20.942
millones de pesos (unos
1350 millones de dólares).
De estos préstamos, están pactados 6397
millones de pesos para el sector vial, 4692 millones para el
energético, 3694 millones para el de agua y saneamiento, 2291
millones para educación... El
kirchnerismo también estableció acuerdos con otro gran financista
externo para proyectos de infraestructura: China.
El Banco Popular y
otras entidades de ese país comprometieron
4700 millones de dólares para la
construcción de las
represas Kirchner y Cepernic en Santa Cruz, 5000 millones para la
cuarta central nuclear y otros 7000 millones para la quinta central.
También hay convenios firmados para
la central térmica Belgrano, en
Zárate, por alrededor de
1000 millones de dólares.
En materia ferroviaria, ya se
firmó el acuerdo para un
nuevo desembolso de
2400 millones de dólares para el Belgrano Cargas,
aunque queda pendiente la entrega de recursos de otro tramo igual
pactado en 2013. La renovación de los ramales urbanos del área
metropolitana involucró más de 1000 millones de dólares.
En resumen, entre el Banco Mundial, el BID, la CAF y China hay pactados créditos para los cuatro años del mandato de Macri por 30.000 millones de dólares. Peña no debe haber reparado en este dato cuando dijo que no hay plan B para financiar obra pública si no se acuerda con los buitres...”
En resumen, entre el Banco Mundial, el BID, la CAF y China hay pactados créditos para los cuatro años del mandato de Macri por 30.000 millones de dólares. Peña no debe haber reparado en este dato cuando dijo que no hay plan B para financiar obra pública si no se acuerda con los buitres...”
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