El
colectivo Cultura Unida anunció la medida, que se reproducirá a la
noche en más de 120 teatros, centros culturales, peñas, milongas y
espacios de arte. Buscan llamar la atención sobre la difícil
situación del sector tras el tarifazo.
“Necesitamos políticas de Estado que protejan, promuevan y
fomenten la cultura, que es nuestro trabajo, pero también un derecho
de todos. Nosotros lo hacemos sin buscar rentabilidad extraordinaria
porque no especulamos con el acceso a la cultura y percibimos
salarios de trabajadores. Creemos que el arte es un derecho, no un
beneficio”. Cuando Julio Bazán terminó de plantear su postura
como representante de la Asociación de Organizadores de Milongas, la
sala del Teatro La Carpintería estalló en aplausos. Era el último
de seis oradores en la conferencia de prensa que convocó ayer
Cultura Unida para anunciar un “apagón cultural” que se
replicará mañana a la noche en más de 120 teatros, centros
culturales, peñas, milongas y espacios de arte de toda la ciudad. La
medida busca llamar la atención sobre la difícil situación del
sector tras el tarifazo en los servicios de luz, agua y gas, y
reclama respuestas concretas y suficientes de las autoridades.
Mientras los miembros de Cultura Unida (14 colectivos y asociaciones
culturales) reclamaban al jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez
Larreta “un fondo de de emergencia urgente para paliar estos
aumentos”, el Ministerio de Cultura de la Ciudad emitía un
comunicado en que informaba que otorgaría “a las salas
independientes que anualmente son beneficiadas con un subsidio” un
monto de 50 mil pesos adicionales a lo ya otorgado durante 2016, a
través del Instituto Proteatro. Parece difícil que semejante medida
satisfaga al conjunto. En primer lugar, porque alcanza sólo a
parte de los teatros independientes, pero excluye a otros espacios
integrantes de Cultura Unida. Y en segundo lugar, porque ni
siquiera alcanzaría a cubrir las necesidades del sector: el
representante de la Asociación de Empresarios Teatrales –que no
forma parte de C.U., pero se acercó a la conferencia para expresar
su apoyo– ejemplificó la situación con el caso del Picadero,
que pasó a pagar 35 mil pesos de agua, además de luz y gas. ¿Qué
significan 50 mil pesos ante semejantes cifras? “Hoy en día de
semana ya a la medianoche se apagan las marquesinas de los teatros,
cuando antes se apagaban a las 3 am: esa es una foto triste de la
Ciudad”, lamentó.
Hugo Szmoisz, de la Cámara de Clubes de Música en Vivo, contó del
trabajo junto a representantes de los ministerios de Cultura de la
Ciudad y la Nación y del ministerio de Energía. “Nos
propusieron hacer un relevamiento del impacto en nuestros espacios,
fuimos a dos reuniones y a la segunda ya no estaba presente la gente
de Energía”, destacó. “Nos fuimos con la promesa de una
posible solución, pero nos encontramos en asamblea para tomar una
acción y visibilizar al sector porque entendemos que el derecho a la
cultura es un derecho humano y que está protegido”. De Cultura
Unida también participan Artei, MECA, Escena, FAAO, Seamos
Libres, Foro de Danza en Acción, Abogados Culturales, Construyendo
Cultura, Potencia Unida, Roja y Blanca Actores,
#LaCulturaNoSeClausura y Peñas Unidas. El tarifazo, advirtió
Szmoisz, no sólo afecta a los gestores culturales y a los espacios
físicos: “si cierran los teatros los actores no tienen dónde
actuar, si cierran los clubes los músicos no tendrán dónde tocar,
y si para no cerrar tenemos que subir las entradas, será a precios
imposibles de pagar”.
Andrea Bertone, de Espacios Escénicos Autónomos, cuestionó la
miopía del gobierno porteño. “¿Cuándo se va a dar cuenta que
el teatro independiente forma parte del patrimonio y la identidad de
nuestra ciudad? Fuimos bombardeados, presos y perseguidos, tenemos
hace años una política de vaciamiento y clausura, y seguimos
haciendo teatro igual: no hay manera de separar a Buenos Aires del
teatro independiente”.
El colectivo está avanzando en otros frentes. Además de reclamar
este fondo de emergencia urgente, insiste con el Poder Ejecutivo para
una política integral que proteja al sector a nivel nacional,
mientras el diputado nacional (FPV) Juan Cabandié avanza con un
proyecto de ley en el mismo sentido y en la Legislatura Porteña el
bloque del Frente para la Victoria presentó el lunes un proyecto
para paliar la situación. “No decimos no pagar ni pedimos que
el Estado nos regale nada, queremos una tarifa diferenciada en todo
el país”, comentó Liliana Weimer, de Artei. “Tomaron
esta medida sin estudios serios y en las facturas notamos cifras
arbitrarias, la urgencia nos lleva al borde del cierre y estos
aumentos salvajes constituyen mínimo un alquiler más”,
lamentó.
Las palabras de Claudio Gorenman, representante del Movimiento de
Espacios Culturales y Artísticos, resumen el ánimo que atraviesa el
sector: “este sábado hacemos un corte de luz de un minuto, y un
minuto es todo lo que le podemos dar. No podemos permitir que por
un tarifazo descerebrado nos obliguen a cerrar ni un espacio
cultural”.
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