Por María Daniela Yaccar
“Militante del partido de Sabatella”, “no es discreta en su
función”, “filtra información”, “ex pareja” o “sobrina
política” de tal, “híper militante alineada con la gestión
anterior”, “no tiene buena relación con el personal”, “no es
de confianza”, “maleducado y conflictivo”, “inoperante en su
función”: descripciones de este estilo abundan en una suerte
de lista negra que circula en la TV Pública y que señala con
nombre y apellido a alrededor de 70 trabajadores. Mediante una
nota dirigida a las autoridades del canal, la Comisión Interna de
los Trabajadores de Prensa manifestó su preocupación.
Posteriormente, la Dirección Ejecutiva aclaró que no recibió ni
solicitó “informe alguno” sobre el personal.
En seis páginas, la lista revela quiénes tienen buena relación
con quiénes, quiénes supuestamente no están haciendo bien su
trabajo, a quiénes hay que tener en la mira, qué contratos deberían
ser revisados. “Faltas reiteradas sin justificar” o “concursó
su puesto de forma arbitraria” son otras de las observaciones que
aparecen. Hay hasta llamados de atención respecto de hechos de
corrupción. El documento apunta, sobre todo, a trabajadores cercanos
a los actuales gerentes y del sector administrativo. No tiene firma e
incluye datos acerca de filiaciones partidarias y relaciones
personales y familiares, además de comentarios sobre el desempeño
de tareas.
De los tres gremios más fuertes que operan en la TV Pública el que
reaccionó ante este “clima inestable” fue el Sindicato de Prensa
de Buenos Aires (SiPreBa), que envió una nota a las autoridades del
canal dirigido por Horacio Levin. Fue luego de una asamblea. El
SiPreBa expresó su “preocupación” frente a la circulación de
la lista, que precisa “funciones, trayectorias dentro y fuera de la
empresa, simpatías políticas y cuestiones de la vida privada de
decenas de trabajadores y trabajadoras y en base a eso se sugieren
determinados cambios”. La nota llevaba la firma de César
Nenna, Norberto González, Jorge Rodríguez y Agustín Lecchi.
“Si bien la lista no tiene firma sabemos que fue confeccionada
de manera artera por sectores sin ningún tipo de representatividad
en la empresa, y que conlleva el objetivo de generar temor sentando
las bases para listas negras”, sostuvo la comisión interna.
Para los trabajadores, detrás del armado de este documento hay
“sectores ligados a servicios de inteligencia” o “con prácticas
similares”.
Un mail anónimo comenzó a circular después de la lista. Planteaba
que al rastrear el origen del “doc” de Word se descubrió que
el posible autor es Horacio Suárez, coordinador del Centro de Arte
Digital (CAD) y cercano al macrismo. En la puerta de su oficina
alguien escribió la palabra “buchón” con aerosol. El no está
yendo a trabajar. Suárez es delegado paritario de la Asociación del
Personal Jerárquico (APJ). Otro gremio de peso en el canal es el
Sindicato Argentino de Televisión (SAT), que no se ha pronunciado al
respecto. El episodio de las listas ocurre en un contexto
enrarecido, a causa del despido de figuras conocidas de la pantalla,
como Pedro Brieger o Lourdes Zuazo, y en el que –como viene
sucediendo en otros ámbitos del Estado– a muchos trabajadores no
les encargan tareas. El panorama se completa con la impugnación
de concursos por irregularidades.
El martes, la Dirección Ejecutiva del canal se desligó del
conflicto, con un mail que circuló internamente, firmado por Levin.
“Coherentemente con la conducta demostrada desde el inicio de esta
gestión, la Dirección aclara que nunca dará entidad a ningún tipo
de material anónimo ni generará ámbitos favorables para cualquier
tipo de persecución. Y repudia, enfáticamente, cualquier idea de
armado de listas negras y prohibición alguna”.
“Desde el gobierno de la Alianza que no se veían listas negras
en el canal, cuando se hicieron como paso previo al despido de
muchísimos trabajadores. Paradójicamente, los actuales funcionarios
a cargo de los medios públicos pertenecen al mismo espacio político
que manejó Canal 7 durante el gobierno de De la Rúa”, opina
Carlos Figueroa, ex gerente de Noticias. “Evidentemente, el
clima instalado a partir de diversas declaraciones de funcionarios,
como hablar de grasa militante o despidos efectuados con una clara
intencionalidad política le hace pensar a algunos, un poco
fanatizados, que las listas negras pueden volver a tener cabida en
este contexto. Afortunadamente los trabajadores de prensa
reaccionaron rápido frente a este lamentable hecho”, concluyó.
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