En su empeño por esclarecer
quién realizó una pintada en el frente de la casa del intendente
Carlos Arroyo los investigadores llegaron hasta un domicilio ubicado
a apenas 150 metros de distancia de donde vive el jefe comunal.
Ayer a las 5 de la tarde Rubén
Pagnotta (70) estaba en su propia casa junto a su hermano cuando
escuchó un estruendo. Instantes después oyó otro sonido más
cercano. Esta vez los golpes hacían temblar la puerta del
comedor, la cual quedó destrozada por los embates de un grupo de
policías que terminó irrumpiendo en el lugar, obligándolo a
tenderse en el suelo.
“Todo lo que nos pasó me hizo
acordar a épocas malas”, contó el hombre en una entrevista
concedida a Radio Residencias. Mientras Rubén y su hermano
seguían en el suelo, unas 15 personas deambulaban por su casa. Y
de nuevo escuchó fuertes golpes. De reojo vio cómo algunos
policías arremetían contra la puerta placa del dormitorio. Tras
abrirla se encontraron con Juana, su esposa, recostada y
paralizada por el susto.
Quien comandaba el operativo
comprendió en ese instante que se habían equivocado. La vivienda
que debían allanar no era esa. Sino la que se encontraba en el
fondo, a la que según contó Rubén, entraron con sólo mover el
picaporte porque la puerta estaba sin llave.
“Hicieron un desastre”, comentó
en diálogo con el programa “Exijo una Explicación”.
Este mediodía aseguró que ni él
ni su hermano, ambos enfermos cardíacos, lograron reponerse del
susto. Tampoco su esposa, quien amaneció disfónica y angustiada.
Anoche el matrimonio durmió pendiente de que nadie entrara a su
casa. La puerta de calle, a través de la cual se ingresa a un
pasillo quedó abierta a causa de los daños. Y la de su casa fue
remendada con una tabla.
“No entiendo por qué hicieron
lo que hicieron. Entraron y cuando vieron que se equivocaron se
fueron sin decir gracias. Estuve toda la noche descompuesto y sigo
temblando”, aseguró el hombre.
Rubén contó que recién entendió
cuál era el motivo de semejante despliegue cuando el operativo
estaba concluyendo. “Vino un comisario y me contó que todo tenía
que ver con la pintada que le habían hecho al intendente”.
Según dijo, a los vecinos del fondo
los conoce de vista. “Nos saludamos todos los días. Me dicen:
‘Hola, ¿cómo le va Rubén?’, pero nada más”, indicó. Ambos,
dos hermanos, fueron acusados por daños y amenazas, por
considerarlos autores de la frase “Hay balas apuntando a tu casa”
que el lunes apareció en el frente de la vivienda del intendente, en
el Barrio Don Bosco.
En el operativo fueron secuestrados
aerosoles y una planta de marihuana.
Rubén aseguró que hasta ahora
nadie se comunicó con él para pedirle disculpas ni para hacerse
cargo de los daños. Esta mañana salió a hacer los mandados y
pasó por la casa del intendente. Tocó timbre pero no lo encontró.
“A Arroyo lo conozco, es buen
vecino, lo saludo siempre. Pero si a él lo defienden así a mi
también me tienen que defender”, reflexionó.
Ahora al hombre le preocupa la salud
de su esposa y espera que alguien se haga cargo de reparar las
roturas. Quiere hablar con el intendente para hacerle una
propuesta: “él me paga lo que me rompieron y yo le blanqueo la
pared de su casa”, indicó.
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