sábado, 9 de julio de 2016

“Van a pasar cosas terribles en la salud de los argentinos”

El Dr. Donato Spaccavento explica por qué las políticas sociales y económicas que está implementando este gobierno ya han producido casi dos millones de pobres –1.700.000 según las fuentes–. Y la pobreza se asocia a la insalubridad y a la enfermedad.
¿Cómo se ocupa el Estado de la salud pública?
El gobierno nacional, al despedir gente, está debilitando algunos programas, como el del dengue: despidió a los conductores de los trailers que hacían la fumigación interepidémica. Las autoridades demuestran una ineptitud y una inmovilización tremenda. No están haciendo nada. No están previendo. Van a pasar cosas terribles, aumentarán la mortalidad infantil, la desnutrición, el dengue, las enfermedades infectocontagiosas. Vamos a dejar de ser un país de transición epidemiológica debido a las políticas económicas y sociales del gobierno nacional que no están acompañadas por una prevención de la salud. Las políticas sociales y económicas que está implementando este gobierno ya han producido casi dos millones de pobres –1.700.000 según las fuentes–. Y la pobreza se asocia a la insalubridad y a la enfermedad.
¿Todo es responsabilidad de este gobierno?
El gobierno nacional anterior, en doce años, hizo cosas muy buenas, pero no hizo cosas que había que hacer que eran estratégicas. Las cosas muy buenas son directas e indirectas. Entre las directas, creó el Instituto Nacional del Cáncer, el Plan de Vacunación, el Instituto Nacional de Medicina Tropical, el programa Remediar, el Plan Nacer y el Programa Materno Infantil. De las indirectas, la más importante -sin dudas- es la Asignación Universal por Hijo, que incidió sobre la salud de los argentinos y de los sectores más excluidos y más vulnerables. Por lo tanto, profundizó el concepto de factores determinantes de la salud: no la idea de que la salud es un problema físico únicamente, sino que estamos atravesados por factores ambientales, sociales, climáticos, psicológicos, espirituales, materiales, de todo tipo. Lo que no hizo ese gobierno fue profundizar una transformación en salud. No unificó, sino que fragmentó más. Les dio a los gobernadores el manejo presupuestario de la salud. Las provincias se fortalecieron en un pseudofederalismo sanitario que, en realidad, usaba la plata de la salud para pagar los sueldos. Así es como los hospitales provinciales son calamitosos en todas las regiones. Estuve un año y medio como Ministro de Salud en la provincia de Santiago del Estero. Dábamos el presupuesto para construir un centro de salud y hacíamos un concurso ad hoc en ese mismo lugar para un médico y un enfermero de la zona. Instalamos un dispositivo sanitario para que la gente entrara en la red, en el sistema sanitario: vinieron cinco mil personas a atenderse que nunca lo habían hecho en ningún lado. Yo me quedaba dos días durmiendo en el tráiler con 50 profesionales. Pero este tipo de actividades que promueven la inclusión de los más vulnerables no se dan en todas las provincias, porque depende de cada gobernador. Nosotros fuimos parte de una intervención federal, a mí me mandó Néstor Kirchner porque Santiago del Estero era un desastre. En la ciudad de Buenos Aires no se hace eso. Acá los centros de salud funcionan como hospitales periféricos, de mala atención, con pocos recursos. No hacen promoción de la salud.
¿Afecta la suba en la tarifa de los servicios a la salud de la población?
Ya hay más enfermos y víctimas por enfermedades porque no pueden pagar el gas, el agua, la electricidad, que son derechos humanos. Nadie puede vivir sin agua segura. La electricidad afecta por dos cosas: por la cadena de frío en los alimentos y por la temperatura ambiental. La hipotermia y el frío producen enfermedades de por sí, y en esta época del año, con un invierno que se adelantó, predisponen a enfermedades virales. Las bajas temperaturas permiten dos cosas: por un lado que los virus de la gripe y del resfrío funcionen mejor; por otro lado, el sistema inmune funciona bien a 37 grados, y cuando hay frío, y uno no puede calentar el cuerpo, esa temperatura baja y afecta al sistema inmunológico. Por esos motivos uno tiene más tendencia a enfermarse en invierno. En las guardias, según los datos que tengo de observación y comentarios de colegas, hay mucha más demanda este año que otros. El frío también aumenta la incidencia de infarto agudo de miocardio, hipertensión arterial, accidente cerebrovascular, artritis, dolores articulares, y cambia el estado de ánimo, entre otras cosas. Todo eso se va a incrementar en la medida que la gente no pueda calefaccionar sus lugares de vida. El aumento de tarifas, el incremento de precios, la situación económica y social, el aumento de pobres, produce también cambios emocionales. Se dice que hay muchas más consultas por depresión a causa de la situación económica. En Chequeo General hablamos con psicólogos que nos dijeron que aumentaron muchísimo, este año, las consultas. Se deben a la incertidumbre, la falta de trabajo y la necesidad de estar cuidándote en todo, cuando veníamos acostumbrados a vivir más dignamente.

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