jueves, 16 de junio de 2016

Las empresas recuperadas en la era Macri

El Centro de Documentación de Empresas Recuperadas de la UBA, coordinado por el antropólogo social Andrés Ruggeri, presentó un informe que resume el cuadro crítico del movimiento autogestivo hoy. Después de años sin apoyo al sector, el estudio alerta cómo impactan ahora las medidas económicas del actual Gobierno nacional en las cooperativas: tarifazos, apertura de las importaciones, aumento de insumos, suba transporte, caída del consumo. Un combo que, dice, se completa con “ataques políticos y judicial”. Aquí, el informe completo.
El impacto del abrupto viraje político y la política económica neoliberal que empezó a implementar de inmediato el nuevo gobierno también afecta a las empresas recuperadas por los trabajadores (ERT) y al cooperativismo de trabajo en general, al igual que al conjunto de los trabajadores”.
Así comienza el informe Las empresas recuperadas por los trabajadores en los comienzos del gobierno de Mauricio Macri. Estado de la cuestión a mayo de 2016, un estudio del Centro de Documentación de Empresas recuperadas del Programa Facultad Abierta de la Universidad de Buenos Aires, coordinado por el antropólogo Andrés Ruggeri, que fue presentado ayer a las 18:30 en el Hotel BAUEN, una empresa recuperada.
El trabajo adquiere un peso y un tono especiales en el actual mapa argentino: las cooperativas y empresas recuperadas por sus trabajadores (ERT) realizaron el jueves una gran movilización hasta el Ministerio de Energía en protesta contra los indiscriminados tarifazos que pusieron en rojo la situación de muchas de las experiencias autogestivas. La marcha, que surgió de la articulación de una multisectorial contra el ajuste en el propio BAUEN, logró la conformación de una Mesa de Trabajo que discutirá un nuevo cuadro tarifario para estos proyectos... dice Ruggeri a lavaca: “Las empresas recuperadas están entrando en una etapa delicado. El tarifazo es factible de solucionar, retrotraer, pero otras cosas no, y eso tiene que ver con el contexto económico. Hay un mercado cada vez más difícil, donde se agrega la apertura a las importaciones. Creo que el Gobierno es lo suficientemente inteligente como para no salir a desalojar fábricas, pero va a dejar que la propia economía destruya estas experiencias”.
El estudio que elaboró junto a su Cátedra puntualiza que, hasta el 10 de diciembre de 2015, el “apoyo estatal” se repartía en varios programas y áreas en diversos ministerios y organismos: “Si bien no había una política consistente o específica (como hemos señalado en los informes anteriores), ni se la entendía como una política económica que considerara a la autogestión como un actor de relevancia, estos programas eran una importante contribución para las ERT a pesar de su dispersión”.
Ruggeri: “El contraste está en cómo el Estado trata a las recuperadas. Lo que había antes no era lo ideal, pero por lo menos había alguien con quien hablar. Hoy no hay nadie. Y si hay, te ladra. Por eso tenemos que pensar estrategias”.
El cuadro tarifario
Según el informe, los problemas que atraviesan las fábricas se ven en todos los eslabones de la cadena: desde el aumento de los costos de insumos hasta el descenso abrupto del consumo. En el medio, las variables macroeconómicas como la apertura de importanciones y la devaluación que encareció productos importados; y a escala micro, “los enormes aumentos tarifarios, especialmente en electricidad y gas”. Estos aumentos tarifarios, calculan varían entre un 200 y 700% en la energía eléctrica, y hasta más de 1300% en el gas.
Aumentos de la tarifa de gas entre febrero/marzo y abril/mayo de 2016.

Aumentos de la tarifa de agua entre febrero/marzo y abril/mayo de 2016

Todos unidos
Al cuadro económico, se agregan los vetos del Ejecutivo (como los tres de la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal: el más notorio es el de Acoplados del Oeste, expropiación que había votado hasta el propio bloque PRO) que empujan a las cooperativas a un terreno judicial que, en la mayoría de los casos, es hostil. Y hasta hubo una represión: “Al momento del cierre de este informe se produjo el primer desalojo violento de una empresa recuperada, Industrias RB. Como ya mencionamos, se trata de un caso de evidente gravedad, por haberse hecho a partir de una denuncia por usurpación cuando la fábrica se encontraba amparada por una ley de expropiación y tenía más de una década de funcionamiento”.
La pregunta es muy simple de hacer y difícil de contestar: ¿cómo se costea este aumento? “Para las ERT y las cooperativas de trabajo autogestionado en general la opción de la reducción del plantel de trabajadores está excluida”, dice el informe, “por lo que debe ser absorbida a través de los propios ingresos de los trabajadores o la disminución de la calidad y cantidad de la producción, lo cual lleva a la larga al mismo resultado”. Es decir, precarización de las condiciones de trabajo
.
Ante este panorama, Ruggeri contempla distintos escenarios económicos:
Posiblemente baje la inflación porque va a bajar el consumo y la gente no va a tener plata para gastar. Es un panorama difícil para las recuperadas, que en su mayoría viven del mercado interno”.
Supongamos que se retrotrae el tarifazo. Eso va a dar un respiro, pero enseguida van a aparecer otras situaciones que a mediano plazo van a ser cada vez más asfixiantes”.
La cuestión es lograr que las cooperativas estén con unidad por un lado, pero con inteligencia, que no empiecen los trabajadores a pensar que la autogestión no sirve, que es culpa de ellos, que mejor venga un patrón, porque los patrones son los que nos llevaron a la crisis. Hay que hacer lo posible para buscar la complementariedad económicas”.
La salida propia que encontraron los trabajadores fue, como en todo contexto de crisis, juntarse: “La formación de la Multisectorial en el Hotel Bauen el 6 de junio es una iniciativa promisoria e interesante para articular una resistencia en conjunto del sector y con otros sectores igualmente afectados”.
El estudio también compila el relevamiento que lleva el Centro de Documentación de Empresas Recuperadas que, como contrapeso de la estado crítico, trae buenas noticias: hay 43 nuevas experiencias autogestivas en comparación al último informe de diciembre de 2013.
Como primer dato, el Programa observa que el ritmo de aparición y consolidación de nuevos casos de recuperación de empresas siguió siendo sostenido en los dos siguientes al último informe, que también había constatado esa tendencia, lo que comprueba “la incorporación por parte de los trabajadores argentinos de la posibilidad de la autogestión como una alternativa viable para preservar sus fuentes de trabajo y recuperar las empresas que los patrones cierran o abandonan”.
El estudio agrega que el nivel de supervivencia de las empresas recuperadas, comparadas con las de capital privado, es sustancialmente alto, aunque esa “dinámica refleja todavía el contexto político y macroeconómico vigente hasta el 10 de diciembre de 2015, antes del viraje neoliberal provocado por la asunción del nuevo gobierno”.
Al cierre del informe en marzo de 2016, existían en Argentina 367 empresas recuperadas que ocupaban a casi 16 mil trabajadoras y trabajadores. La mayor cantidad (119 empresas, 32,43%) corresponden al Gran Buenos Aires, que obviamente agrupan a la mayor cantidad de trabajadores (5524, 34,64%). Le sigue Capital Federal, con 70 empresas y 2257 cooperativistas. En total, la región del AMBA agrupa casi la mitad de trabajadorxs de recuperadas de Argentina.
El total de empresas recuperadas por provincias:
El top five de rubros lo componen:
72 metalúrgicas, con 3196 trabajadorxs.
50 de alimentación, con 1445 trabajadorxs.
38 gráficas, con 1519 trabajadorxs.
28 textiles, 1196 trabajadorxs
El quinto lo comparten gastronómicas e industrias de la carne con 25 cada una (487 y 2092 trabajadorxs, respectivamente)
La distribución de empresas recuperadas y trabajadores por región es la siguiente:
El ahogo
El estudio no oculta que “durante los años de mayor recuperación económico en el período kirchnerista” hay una notable desaceleración de las recuperaciones desde 2005 hasta medidados de 2008; también es el período en el que se verificaron más cierres de ERT. “A partir de 2008 empiezan a volver a proliferar las recuperaciones y los conflictos por el cierre de empresas, manteniendo desde ese momento un ritmo sostenido que, si bien está lejos de tener la masividad del período 2001-2003, se aproxima a un promedio anual de unos 15 casos por año”.
De 2013 a 2016 se explica la mayor parte del crecimiento en número de trabajadores: 2077 trabajadores. Pero: “A partir de diciembre de 2015 se transita una etapa de regreso a las políticas neoliberales que llevan a la recesión y la pérdida masiva de empleos, pero con el aditamento de un cambio de actitud del Estado hacia las ERT, que pasó de la contención social a la agresividad”.
Del 10 de diciembre para acá, consigna el informe, el único caso de se pudo constatar de recuperación de las fuentes de trabajo es el de la cooperativa del diario Tiempo Argentino.
Y termina: “Planificada o no, la política (hacia el sector) parece ser un ataque por varias vías sin que aparezca -en lo posible- el gobierno directamente, siempre con la justificación ideológica basada en la “inversión” y la “eficiencia” en términos de mercado. Para eso además de las señales de tolerancia a los empresarios vaciadores y hacia los jueces para avanzar sobre las ERT existentes y posibles, el desguace de las pocas herramientas estatales para apoyo, los ataques directos a través de los vetos, se apunta al ahogo económico junto al resto de la economía productiva”.

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