09
de agosto de 2017
Un
réquiem para la ciencia
Las
organizaciones de investigadores realizaron un “velorio” del
sistema científico para denunciar el ajuste presupuestario. Hubo una
toma pacífica del Ministerio de Ciencia y las autoridades
respondieron con un operativo policial.
Vestidos
de luto, con lápidas, ataúdes y escenografía mortuoria, becarios
e investigadores realizaron “un velorio de la ciencia”, ante el
asedio del ajuste presupuestario instrumentado por el Gobierno.
La protesta, en reclamo de respuestas de las autoridades, derivó en
una breve toma pacífica del Ministerio de Ciencia. La respuesta
oficial fue, por primera vez desde que existe la cartera, el envío
de policías, que ingresaron y acordonaron el edificio ubicado sobre
Godoy Cruz al 2200. Finalmente, tras el amplio repudio de la
comunidad científica al despliegue policial, el ministro Lino
Barañao recibió a representantes de las agrupaciones de
investigadores y se comprometió a retomar las negociaciones,
suspendidas desde hace tres meses, para reubicar a los 500
investigadores excluidos del Conicet por el recorte de fondos:
según se anunció, la comisión conformada para tratar ese conflicto
se volverá a reunir el 22 de agosto, y para ese día las
organizaciones de científicos volverán a movilizarse al ministerio.
La protesta comenzó ayer a la mañana, pasadas las 10, para “velar
a la ciencia argentina”. Con carteles que decían “No al ajuste”
o “Ciencia argentina QEPD”, becarios e investigadores montaron un
cortejo fúnebre, una procesión que recorrió la calle Godoy Cruz y
culminó con un discurso dedicado a homenajear a la “ciencia
difunta”. Además pensaban entregar un petitorio destinado
al ministro Barañao y al presidente Mauricio Macri para exigir la
reapertura de la comisión de seguimiento, la instancia de
negociación acordada en diciembre del año pasado para
tratar la reincorporación de los científicos excluidos del Conicet,
pese a que habían superado todas las instancias de evaluación.
Ante la falta de respuesta, los manifestantes ingresaron al
edificio y realizaron una toma pacífica del hall de acceso, que fue
respondida por las autoridades con un amplio operativo policial.
Los repudios a la amenaza represiva, expresados desde la comunidad
académica y también desde un amplio espectro de organizaciones
políticas, pronto recorrieron las redes sociales.
Fue
entonces cuando los delegados de los científicos recibieron una
propuesta de los funcionarios: Barañao los recibiría a cambio de
que desalojaran el ministerio. Con el principio de acuerdo en pie, la
Policía Federal se retiró hacia la calle. “Hubo un momento de
tensión, afuera está todo militarizado, pero vamos a juntarnos con
Barañao y, mientras, quedarán unos diez compañeros en el
edificio”, decía a PáginaI12 Hernán Palermo, de Científicos y
Universitarios Autoconvocados. Entre las organizaciones que
participaron de la protesta también estaban Jóvenes Científicos
Precarizados, Becarios Empoderados, Red Federal de Afectados del
Conicet, ATE-Conicet y AGD-UBA.
“A
más de siete meses de la firma del acta acuerdo, no se ha avanzado
en solucionar la situación de los investigadores excluidos y las
negociaciones se hallan virtualmente interrumpidas desde que la
gestión de Macri y Barañao ha decidido no volver a convocar la
comisión, reunida por última vez hace tres meses”,
advirtieron entonces las agrupaciones de científicos.
En
la reunión con el ministro, de la que participó también Alejandro
Ceccato, presidente del Conicet, se acordó reabrir la comisión de
seguimiento dentro de dos semanas.
Más
allá del conflicto por los investigadores apartados del Conicet, en
la protesta los manifestantes denunciaron el vaciamiento del sistema
científico. “La oferta de becas se redujo en un 16 por ciento.
Simultáneamente, se produjo el desmantelamiento de los programas de
producción de vagones de carga, de radares y del Sistema Aéreo
Robótico Argentino”, plantearon, entre otros ejemplos, e
incluyeron la privatización parcial de la explotación comercial
y la gestión del satélite Arsat 3. Los investigadores
manifestaron, además, su rechazo al “plan estratégico” que
promueven las autoridades del sector –sobre el que ya informó este
diario el 18 de julio pasado–, al que definieron como
“mercantilista”.
El
velorio de la ciencia no sólo se realizó frente al ministerio, en
la Ciudad de Buenos Aires, sino que tuvo réplicas en otras ciudades
del país, como Rosario y Córdoba.
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