viernes, 29 de abril de 2016

Dibujitos desanimados

… A Marina García Navarro y Mauricio Vides Almonacid les robaron la ilusión. La pareja de realizadores de cine de animación se mudó desde Tucumán, en julio del año pasado, para trabajar en el canal infantil Pakapaka. Vivieron 5 meses de un sueño que terminó el 10 diciembre. En las horas en que Mauricio Macri se estrenaba la banda presidencial y ensayaba pasos de baile en el balcón de la Casa Rosada, a ellos les llegaba un mail avisando que no les renovarían el contrato... No nos queda un mango y encima no nos han pagado lo que nos deben desde mediados de octubre a diciembre”, cuenta Mauricio mirando desde la ventana del piso 13 del departamento porteño en el que viven y crean...
“Es raro lo que nos está pasando porque después de haber trabajado para Pakapaka, un espacio donde se hacían cosas copadas a nivel educativo, ya que además dictábamos talleres de animación en escuelas del conurbano y en el CCK, es como que nos merecemos habernos quedado sin laburo.
Para Marina una de las tareas más gratificantes de trabajar en Pakapaka era el intercambio con los niños. “Íbamos a colegios de San Miguel, Villa Ballester, por ejemplo, donde es difícil que los chicos te presten atención pero una vez que empezábamos a hacer los muñecos y filmábamos con las netbooks se enganchaban a full, y eso nos hacía muy felices”.
Como en un cuento

...En el 2013 realizaron el cortometraje animado “El insomnio del artista” y lo estrenaron en el 2014. Ganaron premios en la mayoría de los festivales donde lo presentaron. Ese mismo año se casaron.
Por esos días Mauricio le envió un mail al director de “El secreto de sus ojos”, Juan José Campanella, para que viera su trabajo y el making off del corto. Campanella lo subió a su cuenta de Twitter y escribió: Paren las rotativas! Miren el nivel de lo que hace un grupo de jóvenes de Tucumán. ¿Tim Burton? ¿Qué Tim Burton?
Fueron elogiados por gente del cine, la prensa local, internacional y los rebotes llegaron hasta Hollywood. “Nos contactaron de un estudio de animación para ofrecernos trabajo allá. No pensamos que fuera cierto”, dice Marina sonriendo con cierta timidez...
En esos días estresantes de papeleos y llamadas a Estados Unidos participaron dando un taller en el festival de cortos de Jujuy. Fue allí donde alguien pensó: ¿cómo estos pibes no están laburando para Pakapaka?
La propuesta llegó pasados varios meses de aquel festival jujeño. Decidieron que no tenía sentido seguir desgastándose con el papeleo para trabajar en Estados Unidos y se mudaron a Buenos Aires con la ilusión de quien llega a jugar en un club grande.
Fue una experiencia increíble para nosotros y estamos agradecidos por la oportunidad pero no entendemos este método. Nosotros, como mucha otra gente, somos laburantes y podemos demostrar lo que sabemos hacer; no estábamos ahí por ser militantes y nos sentimos orgullosos de haber sido parte un proyecto como Pakapaka”, dice.
Hemos presentado el currículum en distintos lugares y sentimos como un desprecio por el canal sólo porque fue creado durante el kirchnerismo”, dice Mauricio. Hoy Mauricio y Marina tratan de buscarle la vuelta al laburo. “Algo va a salir: a Tucumán no nos volvemos. Vinimos acá para ganarnos un lugar y no nos vamos a entregar así nomás”.

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