" Una de las
maravillas de la vida es que surjan cientos de tejidos diferentes,
como los que constituyen la piel, los músculos o los pulmones, de
una única célula primigenia. Precisamente, en aras de la "medicina
regenerativa" y limitados por la imposibilidad de utilizar
células embrionarias humanas, en las últimas décadas se lograron
avances sorprendentes en la "desdiferenciación" celular;
es decir, técnicas cada vez más accesibles y precisas para "volver
atrás el reloj" y obtener células pluripotentes (capaces de
generar la mayoría de los tejidos) a partir de células adultas.
Pero ahora
científicos argentinos acaban de dar un paso crucial en el sentido
opuesto: cartografiaron el mecanismo molecular que gatilla la
diferenciación celular y mostraron en el laboratorio cómo una
célula indiferenciada se transforma en neurona. El trabajo acaba de
publicarse en la tapa de la revista Cell Reports.
"Para que las
células se diferencien es necesario que ocurran cambios
«epigenéticos» (en la regulación de la actividad de los genes por
la influencia del ambiente) -explica Alberto Kornblihtt, director del
Instituto de Fisiología, Biología Molecular y Neurociencias
(Ifibyne), de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA y
el Conicet, y último autor del trabajo-. Cuando las proteínas que,
junto con el ADN, forman la cromatina sufren una transformación
química llamada «metilación»..., la estructura de la cromatina
cambia. Esto afecta la expresión de varios genes y las neuronas se
diferencian. Una de las enzimas clave que metila estas proteínas,
llamadas «histonas», es la G9a ... Hay dos variantes de G9a ...
Descubrimos que una de las variantes entra más fácilmente al núcleo
que la otra y es la que gatilla la diferenciación... “
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