Sábado a la noche. Sala Batato Barea del Centro Cultural Ricardo
Rojas. Terminada la función de una obra de teatro se inicia un rito
que, desde hace varias semanas, se viene repitiendo en diversos
espectáculos porteños de la escena alternativa: los actores piden
encender los celulares y alguien del elenco activa la grabación en
la que se escucha al ministro de Cultura Darío Lopérfido cuestionar
el número de desaparecidos. Es entonces cuando uno de los
intérpretes del espectáculo lee un comunicado en el cual se lo
declara persona no grata y se pide la renuncia del funcionario.
Con diferencias de matices, algo similar sucedió el viernes, el
sábado, el domingo, anteanoche, en distintas funciones del Bafici
(La larga noche de Francisco Sanctis, El eslabón podrido, La
Organización Negra, Historias breves. Oleg raras y las artes, entre
otros films). Por las noches, en el Village es común toparse con los
panfletos en los que se reclama su renuncia. Algunos asistentes se lo
han dicho en persona. El clima de tensión incluyó varias escenas.
Varias de ellas se pueden ver y leer en las redes sociales...
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