En medio de la aceleración de la
inflación en la primera parte del año, que llevó el kilo de asado
a entre 100 y 140 pesos en las carnicerías de la Ciudad de
Buenos Aires, el consumo de este producto no para de caer.
Según difundió este miércoles la
Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados (Ciccra),
el consumo per cápita quedó en 55,7 kilos por año, el peor
registro de los últimos cinco años.
En su anterior reporte de mayo
pasado, la cámara empresaria había informado una merma del 5,2%
para el acumulado enero-abril y que el consumo había retrocedido a
56,2 kilos/año, por lo que ahora se aceleró la baja.
La producción de carne vacuna fue
de 1.076 millones de toneladas en el período enero-mayo de 2016,
lo que significó un retroceso de 5% interanual; y el consumo interno
alcanzó una participación de 92,35%.
En tanto, el volumen exportado en
enero-mayo de 2016 resultó casi idéntico al registrado en
enero-mayo del año pasado, a pesar de que el Gobierno de
Mauricio Macri eliminó en diciembre último todas las retenciones
para este sector.
Por otra parte, la cámara que
nuclea al sector destacó que "a pesar de las importantes
modificaciones macroeconómicas realizadas por el actual gobierno
(liberación del cepo cambiario y quita de retenciones) la
industria exportadora se encuentra en una situación semejante a la
de 2015".
A modo de ejemplo, detalló que "en
marzo el precio del novillo de exportación se pagaba a un valor de
45/46 $/kg gancho y el valor del dólar era de $ 14,84. Hoy el mismo
novillo se paga entre 50/51 $/kg gancho y el dólar se liquida a $
13,90. A estas modificaciones del precio del novillo y del valor
del dólar debemos agregarle el aumento de las tarifas y los
salarios, que medidos en dólares le han restado toda la
competitividad lograda en los tres primeros meses del año".
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