Los argentinos volvieron a los
hábitos de consumo de la crisis del 2001. Así se desprende de
un informe elaborado por Instituto de Estudios de Consumo Masivo
(INDECOM), que reveló que 90% de las personas modificaron
drásticamente sus preferencias en los rubros alimentos y transporte
desde la llegada de Cambiemos al Gobierno.
Pero no se registró una conducta
de sustitución de productos habituales, también se derrumbaron las
ventas. Según el director del INDECOM, Miguel Calvete, el
consumo bajó más de 30% en los primeros cinco meses del año.
El estudio se realizó entre el
primero de enero y el 20 de mayo pasado inclusive, sobre un total de
962 casos. En total, se evaluaron los volúmenes de venta de 253
productos de la canasta básica, que incluye alimentos, bebidas,
higiene personal y artículos de limpieza, y los hábitos de
transporte en los principales centros urbanos del país.
Las encuestas se concretaron en
CABA, GBA, Santa Fe, Rosario, Mar del Plata, Paraná, Córdoba,
San Miguel de Tucumán, San Fernando del Valle de Catamarca, Salta,
Mendoza y Neuquén.
"Los cambios más
significativos se observan en los sectores más vulnerables del
Conurbano bonaerense y el interior del país, en donde 8,9 de cada 10
encuestados manifestó haber cambiado sus costumbres",
afirmó Calvete.
En los sectores de mayor poder
adquisitivo como la ciudad de Buenos Aires ese índice baja a 6,2,
mientras que en el caso de la clase media alta y baja se detecta
cambios de consumo en 7,8 de cada 10 compradores.
"Hay mucha gente que está
optando por marcas sustitutas en distintas categorías de productos
como limpieza, derivados de harinas y gaseosas", señaló el
organismo estadístico. Al menos 6 de cada diez encuestados
aseguran que modificaron sus hábitos en "todos" los
productos, mientras que solo cuatro afirman que cambiaron "sólo
en algunos".
En el caso de la carne, 62,3%
reconoce que "ya no compra igual que antes". En este rubro,
los precios treparon hasta 34%, dependiendo de la zona geográfica.
En tanto, las ventas cayeron 11% en CABA, 16,2% en el Gran Buenos
Aires y 21,4 en el Interior.
El análisis por cortes revela que
los consumidores reemplazaron peceto por falda y las milanesa de
peceto o bola de lomo por las de cuadrada. "También se observó
una mayor venta de churrasco de paleta, en detrimento de los bifes
con hueso, además, que se duplicó el consumo de carne picada",
destacó INDECOM.
Las gaseosas marcaron un abrupto
descenso de 22,3% a la vez que se registró una importante suba de
los jugos en polvo para diluir.
En el rubro de panificados la
venta de facturas cayó 23,4%, tras una suba en sus precios de más
de 27%. El resto de los productos derivados de la harina
mantuvieron sus ventas. El único farináceo que incrementó la
demanda fueron los "fideos secos", con una suba de 13%,
ya sean de primeras o segundas marcas.
En cuanto al transporte, el sondeo
también detalló importantes cambios. En el segmento ABC 1 18%
adquirió la tarjeta SUBE por primera vez en los últimos dos meses;
más de 16% confesó que en los últimos 90 días viaja más en
combis que en su auto particular, y crecieron 22% los viajes
compartidos o "poolcar", donde tres o cuatro personas se
reúnen para viajar en un solo vehículo para ahorrar en combustible
y tarifas.
En tanto, el 86% de los
consultados dijo que dejó de utilizar su propio auto por los
exorbitantes aumentos de naftas, peajes y estacionamientos.
"Si se establece una
comparativa de cambios de hábitos, la situación actual sólo es
superada por los cambios reflejados durante el primer semestre de
2002, donde la variable se ubicó en un promedio de 9,3 de cada 10
casos", explicó Calvete.
"Los cambios de conductas
actuales superan en más de cuatro puntos los de la crisis del 2009,
cuando la variable llegó a un promedio de 5,8 sobre cada 10
encuestados", concluyó.
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