Según
el índice de inflación que elabora el Congreso de la Nación, la
inflación se desaceleró en mayo respecto de abril. La
suba de precios pasó de 6,7 % a 3,5 %. Sin embargo, el dato más
preocupante que presentaron fue que en los últimos 12 meses se
intensificó a 43,6 %, la más alta desde 1990, cuando el país
comenzaba a transitar el camino de salida de la hiperinflación que
hizo pico en 1989.
Tres
factores confluyeron para que la inflación desacelerara en mayo. Por
un lado, hubo menor impacto de la suba de las tarifas de los
servicios públicos; además, por la firmeza del Banco Central en
contener la tasa de creación de dinero primario y la
retracción de la demanda de los consumidores, en particular de
bienes de consumo no durables, como alimentos, por parte de aquellos
que aún no habían recibido aumentos de salarios desde el cambio de
Gobierno.
Pero,
por el contrario, al resultar la tasa mensual que informaron los
legisladores de la oposición encabezados por el diputado Sergio
Massa superior a la de un año antes,
la tasa interanual se aceleró a 43,6%, la más alta desde la
hiperinflación que se extendió hasta fines de 1990.
El
expresidente del Banco Central, Aldo Pignanelli, también del Frente
Renovador, destacó que con la inflación de mayo “la
Argentina se mantiene en el tercer lugar en el mundo, detrás de
Sudán y Ucrania, que están con guerra civil, y Venezuela, lo que
refleja los problemas de poder adquisitivo de la gente, y afecta las
decisiones de inversiones de las empresas, por eso vemos que el
Gobierno se está preocupando de esto, y va a complicar el objetivo
de 25% para todo el año con medidas que conducirán a mayores
aumentos en los próximos meses”.
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