En un gesto de indudable repercusión
política, el papa Francisco ordenó a los responsables de la
Fundación Pontificia Scholas Occurrentes rechazar la donación de 16
millones 666 mil pesos que le había sido otorgada diez días atrás
por el gobierno de Mauricio Macri con la finalidad de contribuir al
“sostenimiento del equipo profesional, infraestructura y
equipamiento de la sede central” de la organización impulsada por
Bergoglio.
De manera extraoficial se sabía que
la decisión publicitada por el Gobierno como un gesto hacia
Francisco cayó muy mal en el Vaticano y molestó al papa. El
medio italiano Vatican Insider lo reflejó en una nota en la que dio
cuenta de la perplejidad que le produjo la donación a Bergoglio y
que incluso en el Vaticano hasta pareció una broma de mal gusto que
la donación fuese de 16 millones 666 mil pesos, cuando se sabe que
el 666 es “el número de la bestia”.
Ahora, en una carta fechada el 9 de
junio y dirigida a Marcos Peña, en su condición de Jefe de
Gabinete, los responsables de Scholas Ocurrentes, José María del
Corral (Presidente) y Enrique Palmeyro (Secretario), le comunicaron
al gobierno de Mauricio Macri que “teniendo en cuenta que hay
quienes pretenden desvirtuar este gesto institucional realizado en el
marco de la ley 16.698, con el fin de generar confusión y división
entre los argentinos, y de acuerdo a los comentarios telefónicamente
compartidos, convenimos en suspender el aporte económico no
reintegrable destinado a sufragar los gastos de personal,
infraestructura y equipamiento de la sede sede central en nuestro
país”.
Poniendo
de relieve, sin embargo, la necesidad de recursos que tiene
la fundación, los firmantes
señalan en la misma carta que “procuraremos obtener este
necesario aporte en lo inmediato a través de los organismos
multilaterales de crédito y de la ayuda de privados”...
Uno de los puntos que más molestó
al Papa respecto de la donación fue que la determinación no le
fue comunicada oficialmente, sino que se enteró del decreto firmado
por Macri a través de los medios de comunicación. Por ese mismo
motivo Bergoglio hizo saber también su descontento a Palmeyro y a
del Corral, a quienes les habría reprochado la gestión señalando
que hay otras necesidades más urgentes en la Argentina a las que
el Gobierno debe atender.
El jefe de Gabinete, Marcos Peña,
aceptó el pedido de los directivos de Scholas para cancelar la
donación ...
La contrariedad de Francisco por
la donación oficial se acrecentó tras percibir que distintos
voceros oficiosos de la Alianza Cambiemos buscaron presentar el
subsidio como una forma de “reconciliación” con el Papa después
que la máxima autoridad de la Iglesia Católica hizo manifestaciones
muy notorias de toma de distancia con el gobierno de Macri,
incluyendo su gesto adusto en los apenas 22 minutos de audiencia
oficial que le concedió el pasado 27 febrero en el Vaticano.
Al respecto del subsidio a Scholas,
Juan Grabois, un dirigente social muy cercano al Papa, dijo al
Vatican Insider que quien “piensa que por darle plata, máxime
fondos públicos, a una fundación, escuela, ONG, cooperativa o
movimiento popular por el sólo hecho de estar directa o
indirectamente vinculada al Papa está haciendo un ‘gesto a
Francisco’ es realmente un pelotudo, además de un corrupto y un
prevaricador”.
Ayer se conoció la noticia de que
Grabois, referente de la Confederación de la Economía Popular y del
Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), fue nombrado por el
Papa como consultor del Pontificio Consejo de la Justicia y de la
Paz. Este organismo vaticano, integrado mayoritariamente por
laicos, trabaja para que “se forme entre los pueblos una
sensibilidad respecto al deber de promover la paz” e impulsar
acciones por la justicia en el mundo.
Una vez conocida su designación
Grabois dijo que “este es un reconocimiento para la tarea de los
movimientos populares y un aliciente para seguir trabajando como
hasta ahora por los derechos de los más pobres”.
El dirigente es una persona de
confianza de Bergoglio desde cuando el ahora Papa era arzobispo de
Buenos Aires y tiene una activa presencia en organizaciones sociales
de villas y barrios pobres del gran Buenos Aires, trabajando con
cartoneros, vendedores ambulantes, campesinos, costureros, artesanos
y obreros de empresas recuperadas.
Ya estando en Roma, Francisco le
confió a Grabois la organización de los encuentros de movimientos
populares que el Papa presidió en Roma en octubre de 2014 y en Santa
Cruz de la Sierra, Bolivia, en julio de 2015. El ahora consultor de
Justicia y Paz es también profesor de Teoría del Estado en la
Universidad de Buenos Aires (UBA) y de práctica profesional en la
Universidad Católica Argentina (UCA).
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