El presidente Mauricio Macri asistió
hoy a su primer tedeum como presidente en el marco de los festejos
por el 206° aniversario de la Revolución de Mayo. El arzobispo
de Buenos Aires, el cardenal Mario Poli, durante la homilía pidió
“no perder la sensibilidad ante el dolor de los más pobres”.
Macri llegó a la Catedral minutos
antes de las 11 desde la Casa Rosada junto a su gabinete y el titular
de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti. En su discurso, el cardenal
llamó a la unidad de los argentinos, pidió no tener miedo a las
estadísticas y desarrollar la solidaridad entre pares.
“Que no nos paralicen las
estadísticas. No perdamos la sensibilidad ante el dolor de los más
pobres, de las familias que sufren por carecer de lo esencial. Que la
atención priorice a los chicos y los mayores, los más vulnerables.
No permitas que nuestras promesas defrauden a la gente“,
advirtió Poli.
Y remarcó: “Danos coraje para
crear espacio y mesas donde podamos compartir la sabiduría del
diálogo, donde las ideas superen las ideologías. Que nadie se
levante hasta encontrar acuerdos duraderos”.
El debut del primer mandatario
nacional en este acto se dio bajo un contexto de inquietud que le
ha venido marcando la Iglesia a raíz del impacto en la sociedad que
generan sus políticas. En los últimos días, un documento
emitido por la Pastoral Social que se reunió en Mar del Plata con la
presencia de los líderes de las cinco centrales obreras mostró
preocupación por la “desnutrición, la miseria y la fragilidad
laboral“.
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