Los
técnicos del Senado de Brasil determinaron que la mandataria
separada de su cargo es inocente de cometer atrasos premeditados en
los pagos a los bancos públicos.
Un
informe elaborado por técnicos del Senado brasileño señaló este
lunes que no existen pruebas de que la presidenta separada de su
cargo, Dilma Rousseff, participara en las maniobras fiscales, que
supusieron una de las causas que llevaron la apertura del juicio
político que se tramita contra ella en la Cámara Alta.
El
corresponsal de teleSUR en Brasil, Ignacio Lemus, indicó que el
estudio realizado por peritos designados por la Comisión Impeachment
del Senado reza que Rousseff no participó de "pedaladas
fiscales".
La
pedalada fiscal consiste en la transferencia de ingresos públicos a
través de la contratación de servicios con bancos públicos hacia
diferentes rubros con un saldo final positivo a favor del gobierno.
De
acuerdo con Lemus, "a partir de estos peritos se decretó que
tres de los cuatros créditos suplementarios sin aval del Congreso
eran irregulares y tuvieron impacto en la meta fiscal. Sin embargo,
no se encontraron acciones directas por parte de la jefa de Estado
suspendida que hayan contribuido al atraso de 3.5 millones de reales
(1 millón 036 mil 390 dólares) en pago a los bancos públicos por
parte del Tesoro Nacional brasileño".
¿Qué
sigue tras el juicio político de Dilma Rousseff?
El
periodista precisó que este informe manifiesta, en resumen, que las
razones por las cuales se abrió el juicio político contra la
mandataria no tendría lugar según los técnicos, porque Rousseff no
tuvo que ver directamente y para la existencia del proceso, según la
Constitución, debe haber una acción directa sobre el hecho que se
le acusa.
Las
pedaladas fiscales es una de las cuatro acusaciones contra la
presidenta, por lo que pese a que resulta exculpada de ello, el
juicio continúa.
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