* Por Osvaldo Bayer, para La
Garganta Poderosa.
A mis 89 años, no me explico este
paso atrás de la Argentina, ni esta vergüenza de recibir
neonazis en la Casa Rosada. Pues hay cosas que hemos superado y
creo que volver a reivindicar directa o indirectamente al
conservadurismo más inhumano es una llave hacia otra real derrota de
la democracia. Y no, no exagero, ni me equivoco al decir esto,
lamentablemente no.
La invitación oficial a los jóvenes
neonazis representa una genuina expresión de lo que son quienes
nos gobiernan. Macri es un ultraconservador. Y los ultraconservadores
siempre han guardado cierta simpatía por los nazis, los fascistas y
los franquistas, pero esto que sucedió es una vergüenza, porque
ellos siempre han sido enemigos de la democracia. Fueron racistas,
fueron bestias, fueron lo peor de la historia del mundo. Por eso,
sinceramente, cuesta creer y resulta despreciable que siga existiendo
aval para esas teorías, en el siglo XXI.
No puede ser. No puede ser que hayan
invitado a una reunión política a personas que representan
ideológicamente a los genocidas que desataron la peor época del
pueblo alemán, víctima de esa dictadura y rehén de un régimen que
se imponía desde el terror. Porque sí, cabe destacar que sí,
fue Hitler quien los sacó de un periodo económico muy difícil,
para comprender por qué una sociedad con tantos filósofos y
artistas, pudo haber seguido nada menos que a ese hombre, pero por
supuesto hubo más. Todos aquellos que se oponían a los nazis iban a
parar a los campos de concentración y eran asesinados o sometidos a
tolerar incontables sufrimientos. Por eso, quienes resistieron fueron
héroes, verdaderos héroes.
Hitler ganó porque Alemania había
sufrido mucho tras la derrota de la Primera Guerra Mundial y quedó
sumida en la miseria. Desde esa plataforma, embistió prometiendo
todo lo contrario a lo que se había hecho hasta ese momento,
mientras lograba hacerle creer a muchísima gente que las cúpulas
eran manejadas por los Aliados y los judíos. Fue una dictadura de
extrema derecha, que sólo consideraba seres humanos a los propios.
Fue una demagogia total, absoluta. Y así le fue al pobre pueblo
alemán.
Por eso, no puede ser. Me resulta
inexplicable que 70 años después exista gente con los mismos
pensamientos. ¿O cuál es la respuesta a lo que ocurrió en la Casa
Rosada? ¿Un error de logística? Los neonazis no sólo representan a
la extrema derecha, sino también a la causa de la dictadura y a la
posibilidad de “hacer justicia”, como dicen ellos, escudándose
detrás del “nacionalismo”. Porque claro, suena atractivo
defender lo nacional como lo único que vale, pero no hay mayor
falsedad.
Lo que vale es la vida.
La vida y el derecho a relacionarnos
entre todos. Entonces, no, no puede ser. De ninguna manera
Biondini y su Partido Bandera Vecinal pueden ser una opción para
nuestra democracia. Hay que construir desde la comprensión y la
solidaridad, para acabar con las diferencias menores. Y la instancia
para revertir este rumbo siempre son las elecciones, pero la
democracia es un camino que no se construye así nada más, sino
saliendo a la calle a manifestarse. Por ejemplo, cuando hacen
atrocidades a nombre nuestro.
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