El
viernes pasado las
finanzas de la cooperativa láctea más grande del país tocaron
fondo. Le rebotaron cheques por $70.000 y los bancos le cerraron las
puertas.
En
el primer trimestre de 2016, tuvo pérdidas por
$1.527 millones, un 316% más que los $367 millones de igual período
de 2015,
un año enteramente en rojo.
Por
eso mismo, le pidió al Banco Nación que le refinanciará deudas a
cuenta del fideicomiso entre Argentina y Venezuela constituido en el
organismo. Pero el
banco, con respaldo del Gobierno, le dio la espalda a la gigante de
los lácteos.
La
dirección esperaba poder estirarla con un nuevo depósito de 25
millones de dólares que tienen que ingresar en su cuenta en el
Nación Fideicomisos dentro de dos semanas.
Pero un acreedor tomó la delantera y ya se trabó los fondos para
asegurarse el cobro.
Tras
la negativa del banco estatal,
los directivos pidieron financiamiento al banco Meriva, pero tampoco
tuvieron suerte:
los números de la empresa son una apuesta perdedora. Las
pérdidas acumuladas de la cooperativa son tales que superan el
patrimonio neto de la compañía.
SanCor
le pidió al Banco Nación que le refinanciara deudas a cuenta del
fideicomiso con Venezuela. Pero el
banco, con respaldo del Gobierno, le dio la espalda a la gigante de
los lácteos.
Mientras
tanto, la dirección
consiguió un nuevo contrato con Venezuela por otros 150 millones de
dólares, pero son insuficientes en la medida en que la firma pierde
$1,56 por cada uno de los más de 4,2 millones de litros de leche que
procesa a diario...
Desde
el Ministerio de Trabajo vienen siguiendo este tema de cerca, pero
aún no hay una decisión tomada, dijeron a La Política Online. Son
4.700 los empleados propios de SanCor cuyos trabajos peligran además
de los de los 1400 productores lecheros asociados a la cooperativa.
Entre ellos la suba de salarios es una preocupación secundaria.
Hace
meses que entre los trabajadores circula la versión de una
reducción violenta de 1.200 puestos para hacer frente a esta crisis
de larga data que recibió el golpe de gracia con las inundaciones de
abril.
En
el Gobierno entienden que la crisis se exacerbó por "cuestiones
externas a la compañía" como la
caída del precio internacional de la leche en polvo, la sobreoferta
en el mercado interno y la regulación de los precios.
Pero descreen que esta sea la causa del quebranto de la empresa y
apuntan al management de la cooperativa. Es que, si bien el otro pez
gordo del sector, la
firma Mastellone, también tuvo grandes pérdidas esta trimestre
($140 millones), logró reducirlas en un 23% respecto de igual
período del año pasado y limitarlas a menos de un décimo de las
pérdidas de SanCor.
El
ministro de Producción, Francisco Cabrera, tampoco quiso poner las
manos en el fuego por la cooperativa lechera...
En
primera instancia, descartaron la posibilidad de ampliar el
fideicomiso con Venezuela... En segundo lugar, rechazaron
que Producción saliera de garante para que el Banco Nación le dé
un nuevo préstamo,
como habría solicitado la empresa.
Para
Quintana, lo mejor que se puede hacer es dejar quebrar a SanCor, que
vaya a concurso de acreedores, que la compre otro grupo empresario y
que se haga cargo de ella una nueva cúpula directiva
más eficiente.
En
tercer lugar, Quintana
propuso el camino de la libertad de mercado para poner a la empresa
en caja.
Tras
años de desmanejos, aumento desmedido de pasivos e incapacidad para
hacerle frente a su pasivo, para
el ex Farmacity, lo mejor que se puede hacer es dejarla quebrar, que
vaya a concurso de acreedores, que la compre otro grupo empresario y
que se haga cargo de ella una nueva cúpula directiva más
eficiente.
El
resto de los presentes discreparon. "Se viene un mega-Cresta
Roja", comentaron temiendo un desbande político social desde
Córdoba hasta Chivilcoy pasando por la cuenca lechera santafesina.
Entonces, optaron por estudiar la posibilidad de una intervención,
la designación de una gerencia profesional que ordene la empresa y
su posterior venta para recuperar los invertido.
En
Trabajo dicen no tener precisiones aun sobre los pasos a seguir. De
momento, hay tres
obstáculos a la opción de la intervención: el primero se llama
Mario Quintana, quien insiste en que la quiebra y el concurso son la
forma más ordenada de sacar adelante la empresa y tal vez la más
barata.
Puntualmente, con Cresta Roja, se
garantizaron los sueldos mediante un fideicomiso de asistencia
estatal, pero el resto de los pasivos de la empresa fueron a concurso
de acreedores y siguieron la vía judicial tradicional.
El
segundo escollo es que SanCor
es una cooperativa, y su intervención es mucho más compleja que la
de una sociedad anónima como Cresta Roja.
Y en este sentido, la última tiene que ver con los compromisos
pendientes con Venezuela.
De
momento, el martes pasado los directivos del gigante de la lechería
se reunieron con el vicejefe de Gabinete, Gustavo Lopetegui y con el
presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó. "Vinieron
a pedir ayuda", reveló una fuente oficial a Clarín. "No
hubo nada de ayudas especiales para la cooperativa", ratificó
un vocero de SanCor,
que contó que en esa reunión se analizó "la marcha y
necesidades del sector".
Por
el momento a SanCor
le soltaron la mano y le resta la opción de vender una parte de la
empresa para hacerse de fondos con los que sanearse sin el apoyo
estatal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario