El magistrado había ordenado la
destrucción de los kits que entregaba el ministerio de Salud a
mujeres que acababan de dar a luz. Ante la presión de Unicef, la
facultad de Medicina de la UBA y la Sociedad Argentina de Pediatría,
el juez volvió sobre sus pasos. Legisladores, médicos del Hospital
Garrahan, la Facultad de Medicina de la UBA, la Sociedad Argentina de
Pediatría y hasta Unicef, entre otras organizaciones, reclamaron
al juez Caludio Bonadio dejar sin efecto su decisión de enviar a
destrucción 60 mil kits del Plan Qunita.
Finalmente el magistrado volvió
este viernes sobre sus pasos y en una nueva resolución dispuso que
la eventual reutilización de esas cunas quede bajo exclusiva
jurisdicción del ministerio de Salud de la Nación. De esta
manera Bonadio cedió a la presión que le hicieron llegar desde
distintos lugares para que eche por tierra un plan social que ha
tenido importantes resultados desde su implementación.
Bonadio había ordenado la
destrucción de 60 mil kits de moisés y sacos de dormir del Plan
Qunita por su supuesta peligrosidad para los infantes. Sin
embargo la resistencia a esa decisión se hizo sentir desde el primer
momento.
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