Prudencia. En el organismo que
maneja Emilio Basavilbaso prometen operaciones selectivas y según
los valores del mercado.
Con las manos legales liberadas
para avanzar en la venta de activos del Fondo de Garantía de
Sustentabilidad (FGS) de la ANSES, el Gobierno comenzará a analizar
seriamente la posibilidad de avanzar en este tipo de operaciones. En
principio se esperará al primer trimestre de 2017 para las ventas de
las acciones de las empresas que están bajo dominio del organismo
que dirige Emilio Basavilbaso; monitoreando de cerca el resultado
final que vaya arrojando el blanqueo impositivo y de capitales que
culminará el último día hábil de marzo. Pero también el valor de
las acciones en el mercado de capitales. Aseguran en el Ejecutivo que
el ANSES sólo se desprenderá de los activos si estos tienen un
valor de mercado que justifique la operación. Y que nunca será una
venta masiva sino paulatina y analizando oportunidades.
Mientras tanto, en el Gobierno
aseguran que ya hay seis ofertas concretas de grandes empresas que
operan en el país que quieren recomprar las acciones que
en algún momento estaban en manos de las AFJP y desde la
nacionalización del régimen privado de jubilaciones pasaron a ser
parte del FGS: Un banco, una empresa de alimentos de
capitales argentinos, una gran proveedora para la industria petrolera
y la construcción, una desarrolladora inmobiliaria para público
ABC1, un gran grupo de medios de comunicación y una constructora
cercana al poder. Estas seis empresas, entre otras, ya les
comunicaron por varias vías a muchos altos referentes del Gobierno,
incluyendo a Mauricio Macri, la intención de "recomprar"
las acciones de esas mismas compañías. Tres de estas lo hicieron
de manera directa al propio Presidente durante el Foro de Inversión
y Negocios que el Gobierno organizó la semana pasada en el CCK. Los
contactos habían comenzado ya en mayo, cuando desde el Ejecutivo
comenzó a sondearse la posibilidad de avanzar en la operación.
Las trabas judiciales frenaron los contactos, pero el Foro y la
decisión, adelantada ayer por este diario, de un juez de rechazar el
amparo que impedía avanzar en la venta de las acciones, reactivaron
el interés de las partes.
El fallo conocido el miércoles fue
tomado por el juez subrogante Fernando Strasser, que consideró que
el demandante de la inconstitucionalidad de la operación, Miguel
Ángel Fernández Pastor (ex miembro de la ANSES en los tiempos de
Sergio Massa), no estaba habilitado para solicitar el amparo.
El organismo que maneja Basavilbaso
ejerce la administración de parte de las acciones de unas 46
compañías a través del Fondo de Garantía de Sustentabilidad
(FGS), luego de la nacionalización de las AFJP en 2008; y tal como
adelantó en abril este diario, el plan del Ejecutivo es
desprenderse de todo o parte de este paquete para derivar el dinero a
cerrar la deuda previsional. Según los datos de diciembre del
año pasado, últimos oficiales, el Gobierno manejaba unos 82.092
millones de pesos en esta cartera, según la valoración bursátil y
de los balances disponibles de las propias compañías. Si bien no
hay actualización del dato, desde el propio Gobierno estiman que ya
se superan los $100.000 millones. Este dinero, en teoría, debería
ir al Plan de Reparación Histórica para los jubilados, que debería
ser financiado un 100% por el blanqueo. Sin embargo, si el resultado
del llamado no es el esperado, será el Estado el que deberá cubrir
el faltante. Sería en esa instancia (comienzos de 2017) donde
comenzarían estas operaciones. La fórmula legal sobre la que se
basa el Gobierno para avalar legalmente la operación es la de tener
la facultad de vender las acciones, pero eventualmente también la de
comprar papeles de otra empresa, llegado el caso.
Desde el Gobierno aseguran que no
hay intención de desprenderse masivamente de las acciones de las 46
empresas que administra la ANSES. Sin embargo, están dispuestos a
negociar con algunos de los propietarios mayoritarios de estas
empresas algún tipo de mecanismo de recompra de esas acciones. Son
varios los interesados que ya se acercaron al Gobierno para
asegurarle que estarían dispuestos a recapturar a un buen precio
papeles que hoy están dentro del FGS y que fueron renacionalizados
con el final de las AFJP.
El argumento de estas compañías
interesadas es el siguiente: "Nosotros nunca quisimos que el
Estado sea nuestro socio. Abrimos el capital a administradoras
privadas porque era el financiamiento más conveniente en su momento
y porque eran parte del sistema financiero. Nos encontramos luego con
representantes del Estado en nuestras asambleas, lo que nunca fue
productivo. Ahora queremos recuperar esas acciones, pagando un buen
precio por ellas", según le contó a este diario un alto
representante de una de las compañías interesadas en recomprar esas
acciones.
No será un trámite fácil.
Expertos opinan que la decisión de vender las acciones
individualmente o por paquete debería ser de manera abierta al mejor
postor, para que se garantice la ANSES el mejor ingreso posible.
Además, el organismo debería garantizar un mecanismo de
transparencia para que la operación no termine con presentaciones
judiciales por limitaciones en la participación de potenciales
interesados. Se menciona además que lo habitual es que se reciban
las ofertas en bloque y que la operación la realice un banco de
inversión especialmente contratado para la ocasión, que a su vez
garantice que manejará la venta con absoluta independencia de
influencia del Estado. Otra alternativa sería un criterio similar al
que durante el kirchnerismo se realizó para colocar el pago a la
petrolera española Repsol, a la que se le venden todas las acciones
a un precio de mercado y luego el banco se ocupa de colocar los
papeles. Cualquiera de estos mecanismos tendría el riesgo, para los
accionistas principales de las compañías, de no poder recomprar y
recibir un socio no querido (aún menos que el Estado en tiempos
kirchneristas). La idea de estas compañías es idear un mecanismo
legal y transparente para que sean ellas mismas las que recompren,
sin intervención del mercado abierto ni la aparición de subastas de
las acciones. Aseguran que en el nuevo escenario es más fácil
lograr financiamiento internacional para la operación, y que se
garantizará que la ANSES recibirá un dinero justo por la venta sin
perjuicio para el FGS.
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