LA
NACION - Jueves 21 de septiembre de 2017
"Les
dimos corchazos para que tengan." Así hablaba un gendarme que
participó del operativo de desalojo de la ruta 40, en Chubut, el 1°
de agosto pasado, día de la desaparición de Santiago Maldonado.
El
dato, según afirmó a La Nacion una fuente con acceso al expediente,
surge del peritaje hecho sobre los más de 70 teléfonos celulares
secuestrados a los gendarmes que participaron del operativo, que
comenzó sobre la ruta 40 y terminó dentro del predio ocupado por la
comunidad mapuche Pu Lof en Resistencia en la estancia Leleque, en el
departamento de Cushamen. Se trata de un audio enviado por uno de los
gendarmes a un superior. "Algunos celulares tenían una
aplicación para grabar conversaciones. Esto confirma que hubo
contacto entre los manifestantes y los gendarmes, y que también hubo
una agresión", agregó la fuente consultada.
En
el mensaje no se infiere si cuando el gendarme dice "corchazos"
se refiere a proyectiles de plomo o balas de goma. "Para
nosotros no hay dudas de que cuando dice corchazos se refiere a
proyectiles, pero aún no se puede establecer si hablaba de postas de
goma o disparos de armas de fuego", sostuvo la fuente con
acceso al expediente. El gendarme que hizo referencia a los
"corchazos" es uno de los uniformados que el día del
operativo llegó hasta la vera del río Chubut, por donde los
manifestantes huyeron. Se trataba de un grupo de ocho integrantes
de la fuerza de seguridad. Su nombre no fue difundido por las
fuentes consultadas.
Anteayer,
el canal Todo Noticias (TN) reveló que un policía de Río Negro
denunció que el 16 de agosto pasado, cuando participaba de un
rastrillaje en busca de pistas sobre Maldonado, encontró "cartuchos
de FAL y proyectiles nueve milímetros, que no fueron utilizados como
prueba porque la fiscal a cargo dijo que no era lo que buscaban".
El
expediente
Los
resultados del peritaje, realizado por expertos de la Policía
Federal Argentina (PFA), le fueron entregados a la fiscal federal de
Esquel, Silvina Ávila. El caso Maldonado, un tatuador de 28 años,
tiene dos causas: una está
caratulada como desaparición forzada y otra es el habeas
corpus que se inició después de la denuncia de la desaparición.
El
expediente caratulado como "desaparición forzada" está
delegado en la fiscal Ávila, que tiene la colaboración de la
Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin), conducida por
Félix Crous. La semana pasada, La Nacion había revelado otro dato
surgido del peritaje. Un gendarme recibió un chat por whatsApp con
el siguiente texto: "Tené cuidado, no comentes nada. Vos no
escuchaste ni dijiste que Robledo le dio un piedrazo al individuo".
El sugestivo mensaje lo recibió en su teléfono celular uno de los
gendarmes que participó del operativo y lo escribió un contacto
agendado como "Amor". Como el contacto figura guardado como
"Amor", se supone que fue escrito por la pareja del
gendarme que recibió el mensaje. El destinatario no sólo borró
el mensaje, sino que también desinstaló la aplicación whatsApp de
su móvil. Pero todo pudo ser recuperado por los peritos de la
Policía Federal. Cuando "Amor" nombra a Robledo era para
hacer referencia al sargento Neri Robledo, que el lunes pasado, en el
sumario interno que hizo la Gendarmería Nacional, reconoció que
le dio un piedrazo a uno de los "encapuchados" que cruzaron
el río Chubut el 1° de agosto pasado.
La
"confesión" de Robledo en el sumario interno fue publicada
por La Nacion el martes pasado. Sus dichos fueron entregados al juez
federal de Esquel, Guido Otranto, por funcionarios del Ministerio de
Seguridad de la Nación. En la declaración, Robledo contó que "uno
de los individuos encapuchados le arrojó una piedra que impactó en
su rodilla" y que "en
defensa personal" tomó una roca "pequeña"
y se la tiró a los manifestantes que estaban nadando para cruzar el
río. El impacto fue en la "espalda", según detalló
el gendarme.
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