LA
NACION - Viernes 22 de septiembre de 2017
La
causa judicial llegó hasta la asesoría letrada de la AFA. El
mismísimo presidente Claudio Tapia está al tanto del pedido que
hizo el canal Pares TV, con sede en Luján, ante los tribunales de
Mercedes, en la provincia de Buenos Aires. La
emisora solicitó un amparo judicial para poder transmitir por la
Televisión Digital Abierta (TDA) los partidos de Flandria, que juega
en la B Nacional, para Luján y su área de influencia. El
requerimiento se basa en el último listado de "acontecimientos
de interés relevante" enviado por el Gobierno de Cristina
Fernández de Kirchner a fines del 2015, y que incluía a la
segunda categoría del fútbol argentino. Cambiemos, que gobierna
desde diciembre de aquel año, nunca lo confeccionó, ni para 2016 ni
2017.
Aunque
la medida cautelar fue rechazada en primera instancia, el expediente
continúa por dos vías. Por un lado, la autoridad competente (el
Ente Nacional de Comunicaciones) deberá responder por qué no envió
nunca la nómina de acontecimientos deportivos de interés relevante
que consagra la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual,
más conocida como Ley de Medios. Es más, el Gobierno no sólo
disolvió a la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación
Audiovisual (Afsca) y la reemplazó por el Ente Nacional de
Comunicaciones (Enacom), sino que además canceló el Consejo Federal
de Comunicaciones (Cofeco), que se encargaba de sugerir al Afsca los
acontecimientos que podían ser incluidos en la nómina de interés
relevante. Por otro lado, el pedido original de Pares TV (cuyo
contenido fue publicado por primera vez por el diario Tiempo
Argentino) se resolverá en una segunda instancia, ante los
tribunales de alzada de San Martín.
Según
pudo averiguar La Nacion de fuentes al tanto, en los últimos
partidos de Flandria los equipos periodísticos de Pares TV fueron
acreditados a último momento o, en otros casos, ingresaron a las
canchas "bajo su propia responsabilidad". Es decir,
transmitieron los partidos asumiendo las consecuencias que pudieran
caberles: los derechos audiovisuales, en todas sus plataformas, están
en manos de Tele Red Imagen S.A., (TRISA), la empresa dueña de TyC
Sports.
Según
el contrato, que rige hasta medidados de 2019, TRISA paga $120
millones anuales (actualizados cada 12 meses según la inflación)
para transmitir los partidos de la B Nacional y la B Metropolitana.
Los encuentros que no se emiten por TV (ya sea por TyC Sports o
por DirecTV Sports), se dan por internet, a través de la
plataforma TyC Sports Play. Son gratuitos, aunque para ver
aquellos encuentros que se dan en simultáneo por la TV por cable
haya que ingresar un usuario y una contraseña del abono.
Un
fallo positivo para Pares TV podría sentar un precedente jurídico
que abra la puerta a una catarata de amparos similares. Cada
ciudad con un equipo en la B Nacional o B Metropolitana podría
sumarse a la iniciativa y pedir el permiso para transmitir esos
partidos para su ciudad y el área de influencia.
Lo
que la AFA teme es que el conflicto escale de categoría. Los
$120 millones que se paga por año por la B Nacional y la B
Metropolitana son apenas un vuelto en comparación con los $4426
millones que recibirá este año la Superliga de parte de Fox y
Turner. Las dos compañías estadounidenses firmaron a comienzos de
abril un contrato de cinco años con opción a otros cinco para
quedarse con los derechos audiovisuales de la máxima categoría.
"Está en juego el modelo de negocios ya no del fútbol
argentino, sino de todo el deporte nacional", contó un
informante que sigue día a día este expediente.
Ante
la consulta de este diario, en Pares TV adujeron que un eventual
fallo favorable de la Justicia no impactará de ninguna manera en los
intereses de TRISA. "Nosotros no competimos ni en cable ni en
internet. Somos un canal de la TDA y sólo transmitiríamos los
partidos para Luján y su área de influencia. Nada más",
alertaron. Otra fuente relacionada con el caso fue un poco más
apocalíptica: "Una sentencia favorable a Pares puede ser tan
disruptiva para el deporte argentino como en su momento lo fue la Ley
Bosman para el fútbol europeo. Todos los canales podrían
competir desde un mismo lugar. Y sería un problema gravísimo
para la compra-venta de derechos audiovisuales".
Como
tantas otras veces, la Justicia tiene la última palabra.
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