INFOBAE.COM
- 23 de septiembre de 2017
¿Alguien
de Gendarmería no le cree a otros agentes de su propia fuerza?
¿Un alto mando intentó aparentar que a Santiago Maldonado lo
buscaban fuera del país, o que estaban preocupados por sus últimos
pasos? Y si fue así, ¿por qué no le avisaron al juez y lo hicieron
de manera clandestina?
Uno
de los teléfonos de un gendarme de jerarquía peritado por la
Policía Federal reveló que Gendarmería Nacional habría hecho
inteligencia ilegal sobre Santiago Maldonado, víctima de lo que
hasta ahora se investiga como "desaparición forzada", y
a quien se dejó de ver el 1° de agosto pasado en la Pu Lof en
Resistencia de Cushamen, después de un corte de ruta que reclamaba
la liberación del lonko Facundo Jones Huala.
Según
información a la que tuvo acceso Infobae, y que figura dentro del
expediente que desde este viernes está bajo supervisión del juez
Guillermo Lleral, la pericia sobre el teléfono de un alto mando
indica que habrían existido conversaciones e intercambio de
documentos con personal del Centro de Reunión de Información
Neuquén de Gendarmería, en los que se observa que accedieron a
distintas bases de datos, como las de Migraciones y el Renaper, para
recopilar información acerca de Maldonado.
El
alto mando sería el jefe del Escuadrón 35 de Esquel, Fabián
Méndez, y de acuerdo con lo que sugieren las pericias
telefónicas, habría tenido como objetivo establecer quiénes
eran los contactos de Santiago, con qué personas se relacionaba,
hacia dónde iba y de dónde venía. Y, sobre todo, si había
mapuches con él en esos días.
Uno
de los documentos de inteligencia ilegal más llamativo que se
encontró en este teléfono es un archivo .doc con un análisis de
los cruces migratorios de Maldonado e información detallada de cinco
personas a las que se podía vincular a partir de esos cruces, sin
orden del juez federal Guido Otranto, ni conocimiento de otras
autoridades judiciales, a pesar de que ya se habían iniciado las
causas del habeas corpus y la desaparición forzada.
El
archivo, titulado "Ciudadano Santiago Andr_s Maldonado DNI
Nro." fue enviado a quien sería Méndez 13 días después de la
desaparición del tatuador (el 14 de agosto), y contiene todos los
movimientos migratorios del joven entre 2011 y 2017. Allí
figuran entradas y salidas a Paraguay, Uruguay y Chile. "Se
procedió a identificar a los posibles acompañantes que surgen en
esos viajes realizados, a efectos de determinar domicilios a
constatar, como así también vinculaciones que se puedan establecer
a partir del hecho", dice el encabezado del documento
enviado a un jefe de la Gendarmería.
El
último viaje de Santiago data del 21 de abril. Ese día, a las
13.33, entró en un ómnibus procedente de Chile por el paso Cardenal
Antonio Samoré. En ese documento, los informantes también dejan
constancia de que Santiago no viajó con personas que ellos pudieran
identificar como mapuches, ante un pedido puntual de información.
"Del registro efectuado en la lista de pasajeros no surgen
miembros de la comunidad Mapuche que se registren", aclara.
Fuera
de los mecanismos legales el jerarca de Gendarmería solicitó
intercambio de información a la Policía de Chile sobre las cinco
personas chilenas que acompañaron a Maldonado. La división de
Investigaciones de la fuerza nacional del país vecino también
aclaró que ninguna de éstas personas tenía antecedentes penales
ni vinculación con los pueblos mapuches del otro lado de la
Cordillera.
¿Seguimiento
ilegal a la familia de Santiago?
Seis
días después del operativo en la Pu Lof donde se vio a Maldonado
por última vez, es decir, el 7 de agosto, un documento elaborado por
el Centro de Reunión de Información Neuquén de Gendarmería es
enviado por whatsapp. El archivo contiene una detallada cronología
de los hechos desde el 31 de julio al 5 de agosto, con especial
énfasis en las protestas a raíz de la desaparición de Santiago.
El
4 de agosto, a las 17.30, le informan presuntamente a Méndez que
"por orden de Santiago Maldonado (hermano) se reorganizan y
se dirigen a la casa del Jefe del Escuadrón 35".
Evidentemente el gendarme que le escribe el mail al jefe de
Gendarmería en Esquel cometió un fallido, ya que se trataba de
Sergio Maldonado, no Santiago, que llevaba tres días desaparecido.
También, desde el celular del CRI Neuquen le informan el 7 de agosto
a las 17.43, a quien sería Méndez que "Andrea Antico y
Sergio Maldonado ya están en el Centro Cívico. Son matrimonio",
lo que aparentaría una tarea de inteligencia por afuera de la
investigación judicial, es decir, de manera ilegal.
Las
pericias en los teléfonos celulares de unos 70 gendarmes parecen por
ahora el corazón de la trama sobre la desaparición de Santiago
Maldonado. Su contenido, que está siendo revisado con minuciosidad
por todas las partes relacionadas a la causa, empieza a mostrar
ciertas actitudes sospechosas del grupo de gendarmes que el 1° de
agosto alcanzó la orilla del río Chubut en la Pu Lof.
Si
la hipótesis más fuerte se centra en desentrañar qué hicieron
esos efectivos y sus superiores durante el tiempo que Gendarmería
estuvo dentro del territorio mapuche, lo que devuelvan los
análisis de los teléfono podría ser clave.
El
paso siguiente para el nuevo juez de la causa, Guillermo Gustavo
Lleral, será empezar a bucear en el contenido de las computadoras
de los escuadrones 35 y 36 de El Bolsón y Esquel respectivamente.
Mientras, tanto, a 52 días de su desaparición, nadie sabe dónde
está Santiago Maldonado.
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